domingo, 4 de agosto de 2013

GALERÍA FLORAL: EL LILIUM


 
LILIUM
Planta originaria de Siria que se cultivó en los jardines de Babilonia.
En el pasado estas flores eran utilizadas en la medicina popular para preparar remedios contra todo tipo de males.
En China era muy apreciada por la creencia popular de que los lilium ahuyentaban el mal de ojo. Era llamada “siempre amor” debido a su belleza que se creía eterna.
En Europa, los poderes antitóxicos, la capacidad de estas flores de ayudar a superar la depresión y las propiedades curativas del lilium, hicieron de esta flor un aliado muy eficaz de médicos y físicos, incluso hasta bien entrado el siglo XIX.
Los lilium son una de las especies florales más aristocráticas y vistosas y se pueden encontrar en el mercado en tres variedades: Longiflorum, Asiatic y Oriental.
Los Longiflorum, más conocidos como azucenas o lirios, tienen una dulce fragancia y son atrompetadas y blancas.
Los Asiatic es una especie híbrida, con flores más pequeñas, sin fragancia apenas, pero disponibles en una extensa gama de colores.
Los Oriental están disponibles en muy pocos colores, con una intensa fragancia pero con las flores de mayor tamaño de toda la familia.
Autoría del video e imágenes: María Dolores Velasco
Fuente de datos: "siemprefrescas.com"

lunes, 24 de junio de 2013

"EL ÚNICO RECUERDO..." Poema de Ninfa Duarte


"EL ÚNICO RECUERDO..."
Poema de Ninfa Duarte

Cuando la tarde se ausenta para dar paso a lo azul,
cuando los guiños amarillos comienzan a latir,
cuando la brisa se aquieta en mi rostro senil…
llegan las palabras en tropel hasta mi pluma
y desnudan mi alma de melodías lejanas,
escribiendo letras para un recuerdo tardío…

Estas páginas que leerán tus ojos, guardan
los momentos rescatados al destino injusto
y que envueltos en seda los defendí del olvido…
Mi presente es un reflejo de un pasado pueril
que reaccionó en mi piel cuando ya era tarde;
tarde para lo justo, tarde para lo bello,
tarde para mis sentires, tarde para conocerte,
tarde…

Cuando estos versos lleguen a tus ojos
será tarde para encontrar entre líneas,
el fuego que las dictó y será tarde para entenderme…
Las melodías lejanas que conservan mi alma
se habrán desteñido de esperar en vano,
desteñidas de soles en tardes de verano,
desteñidas de aguaceros en noches de invierno,
desteñidas…

Siento que mi alma será un misterio dentro del misterio
y que esa lágrima tuya será mi recuerdo;
un recuerdo tan solo;
el único recuerdo que tendrás de mi…

jueves, 28 de marzo de 2013

NOCTURNO...


NOCTURNO...
Nocturnos…esas piezas musicales plenas de fantasía, sentimientos íntimos, ternura, amor…y también, ¡cómo no! de ira, desesperanza, odio, miedo…En el alma cabe todo y todo es mostrable, tal cual un poema auditivo donde el poeta-músico nos abre el alma para mostrar sus sentimientos más profundos.
Bendito lenguaje aquel que por medio de palabras o sonidos – al fin y al cabo las dos  cosas son lo mismo- nos hacen vibrar con su mensaje.
Hoy sentí la necesidad de mostrar esta obra musical de Federico Chopin, el músico del alma…como yo lo nombro. Su sensibilidad para mostrar los sentimientos difícilmente haya sido superada.
¿Qué son estas imágenes que yo he elegido como acompañamiento en este video? ¿Qué elegir para tan íntima música?... Tal vez algo que no distraiga la atención del que escucha y a su vez le proporcione paz, serenidad…porque el colorido y las formas lo provocan.
Estas imágenes son fractales en su mayoría de vegetales y microscópicas del cuerpo humano. He considerado que pueden simbolizar el alma…
Ya que no podemos ver el alma, veamos lo más íntimo de los seres vivos. Si os fijáis en una imagen que parece un enrejado (es la única que es así) son las conexiones de la hipófisis del cerebro humano…sí, el mismo que nos permite ver, entender, escuchar, pensar, crear…y amar.
Espero sea de vuestro agrado, amigos.
MARÍA DOLORES VELASCO




viernes, 1 de febrero de 2013

viernes, 7 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD




El Niño Dios que nació hace unos 2000 años dignificó la condición humana.
Cualquiera de los niños que cada día nacen es un milagro en sí mismo…un ser humano que llega a la Tierra con toda una vida por delante para empezar a escribir su historia. Hay quienes no tienen esa oportunidad.
Veamos en cada uno de estos niños que pueblan la tierra a ese Niño Dios que en estas fechas festejamos su nacimiento.
 FELIZ NAVIDAD EN NUESTROS CORAZONES…

Cancionero de La Colombina S.XV
-Villancico anónimo-


“¡que bonito niño chiquito!
Pariendo la Virgen,
Dos buenas mujeres
Servían al parto
Y fazían placer
Al niño.
¡Qué bonito niño chiquito!

Ángeles del cielo
Muy dulce cantaban
“Gloria in excelsis Deo”
Así acallaban
Al niño.
¡Qué bonito niño chiquito!...

-------------



miércoles, 5 de diciembre de 2012

CICLO ARTURO RUBINSTEIN -1: MAZURKA Op.7 Nº 1 de F.Chopin


FEDERICO CHOPIN & ARTURO RUBINSTEIN

Amigos, inicio aquí una serie dedicada a un gran pianista: Arturo Rubinstein.

Ha sido uno de los más grandes intérpretes de grandes compositores pero su preferido fue Chopin, compatriota suyo al cual interpretó magistralmente sus obras las cuales quedaron recogidas en interminables álbumes.

Arturo Rubinstein nació en Polonia en 1887 y murió en Ginebra el 1982, una vida muy longeva y profesionalmente muy fructífera porque hasta muy anciano seguía con perfectas facultades profesionales.

Tuve el honor de conocerle personalmente en un concierto que dio en el Conservatorio de mi ciudad cuando yo era estudiante allá por principios de los años 60. Era ya un hombre de cierta edad muy madura pero una personalidad impresionante.

La Mazurka es una pieza para baile. Todos los grandes compositores tenían en su repertorio piezas bailables. He querido ilustrar el video con los hermosos cuadros de Edgard Degás, pintor francés contemporáneo de Chopin lo que permite una visión de diferentes artes de una misma época: El Romanticismo.

Degás fue famoso por sus cuadros con bailarinas y, como podéis observar en las imágenes, casi todos los cuadros están dedicados a la figura del Profesor de Danza. En casi todos está presente ese personaje de tan hermoso arte como es la Danza.

Deseo que disfrutéis con agrado de estos pequeños momentos musicales.

María Dolores Velasco

 

 

 

"LA MAÑANA"- Edvard Grieg - Peer Gynt" Suite nº 1 Op 46


 
 
Cuando todos los días resultan iguales, es porque el
 hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que
 surgen en su vida cada vez que el Sol cruza el cielo...

                                                                     Paulo Cohelo
 
 
“LA MAÑANA”

Edvard Grieg – “Peer Gynt” suite n1 Op 46

 Amigos, no necesito palabras para expresar lo que quiero decir en este video.
El pensamiento de Paulo Cohelo es el culpable de este video que he montado con todo cariño.

En cuanto leí ese pensamiento mi mente se fue a esta música maravillosa del gran músico noruego Edvard Grieg (1843-1907) uno de los mejores músicos de la llamada "música incidental".

Henrik Ibsen le encargó que musicalizara su obra "Peer Gynt" y Grieg compuso la Suite nº1 y nº2 donde describe musicalmente la obra de Ibsen.

 Espero que sea de vuestro agrado y no dejéis a un lado el consejo de Paulo Cohelo.

María Dolores Velasco

lunes, 24 de octubre de 2011

MÚSICA Y POESÍA: EL CANTO
























MÚSICA Y POESÍA: EL CANTO

Cuando dos bellas artes: la Poesía y la Música, se unen, surge el Canto. Es pues el Canto la máxima manifestación poética existente. No hay preferencia de una frente a otra, unas veces se crea una música para un poema y otras se hace un poema o se escribe un libreto a una música ya dada…
El ser humano canta desde los primeros tiempos de su andadura por el mundo…Es una manifestación natural de todos los humanos.
El Hombre ha sentido esa necesidad y eso ha hecho que a través de la historia se haya podido ver como cada grupo, cada aldea, cada pueblo, cada país, se manifiesta musicalmente como si fuera una necesidad imperiosa e imprescindible y en realidad así lo es.
Esto me impresiona y me sobrecoge porque veo palpablemente que el arte es algo consustancial con el alma humana. El ser humano canta porque necesita expresar sus sentimientos de gozo o de dolor…su alma así se lo demanda y eso es algo místico porque se produce de dentro hacia afuera de su ser y en el oyente produce una emociones que tienen un camino inverso, van del cantor directamente a su alma, he ahí la valía del canto.
En la antigüedad eran muy apreciados los cantores, de tal forma que cuando unos pueblos invadían a otros, normalmente se producía una masacre…menos con los músicos, éstos eran sagrados y los cuidaban como seres muy valiosos, entre otras cosas porque eran los transmisores orales de la historia. Ellos cantaban las gestas de sus antepasados que había recibido por tradición oral y el pueblo vencedor los guardaba celosamente y pasaban a formar parte de su historia. Qué belleza ¿verdad?...
Pero cantar no es solo cosa de profesionales, cantar es una manifestación innata y por ello sería bueno no desaprovechar esta forma de hacer música, cualquiera que pueda hablar puede cantar. Y es ahí donde quiero hacer unas consideraciones.
Hoy día es muy raro que alguien cante en su casa como hacían nuestras madres y abuelas que tantas canciones cantaban y tantas cosas nos enseñaban de una forma sencilla. Era esa necesidad atávica de pasar el testigo del “clan” a su prole, igual que el hombre primitivo, porque el alma humana no entiende de edades cronológicas ni de modas. Mis recuerdos de mi madre cantando canciones de su tierra, Galicia, me quedaron para siempre grabadas en mi mente y puedo recordar perfectamente esas canciones que escuchaba con agrado cuando yo era una niña pequeña y a veces, cuando las cosas no me han ido bien y la tristeza invade el alma, sentía la necesidad de cantarlas como si ellas me acogieran lo mismo que podría hacer mi madre cuando yo era niña.
Me viene a la memoria esta hermosa canción llena de ternura que ella cantaba, añorando su tierra y que siempre me ha proporcionado una inmensa sensación de protección cuando los sucesos de la vida entristecen el alma:

“Miña nai, miña naiciña
Como miña nai, ninguna,
Que me quentaba’cariña
Co calorciño da sua….”

“Mi madre, mi madrecita
Como mi madre ninguna
Que me calentaba la carita
Con el calorcito de la suya”

O cuando mi padre me sentaba en sus rodillas y enseñándome libros de pájaros que me encantaban, silbaba las melodías que mostraban en caracteres musicales del canto de los jilgueros, de los canarios, del ruiseñor… y todo eso no era otra cosa que hacer música, esa música que queda en el niño como algo que nunca lo podrá olvidar, quedará en su alma hermosamente grabado para toda la vida.
No nos dejemos llevar por las prisas y las miles de dificultades que nos encontramos en esta sociedad de hoy día. Hagamos un huequecito para cantar con nuestros hijos, enseñarles esas canciones que tanto nos gustaban, y jugar con ellos cantando canciones que sabemos y queremos transmitir, así como también jugar con la música y crear, a partir de frases o poemas nuestras propias canciones, con complicidad, y que queden como signo de unión entre nosotros, porque son y serán siempre ya “nuestras canciones” esas que nosotros con nuestros hijos o nietos hemos creado y son el símbolo de unión que no se borrará nunca.
De esta forma nosotros seremos felices recordando esa música que manejábamos y transmitiéndolas a nuestros hijos se sentirán satisfechos de poder conocer algo de cuando nosotros éramos como ellos y, a su vez, nuestros padres, serán felices de recordar también cuando ellos eran lo que nos enseñaban esas canciones.
Es muy interesante para la salud del anciano cantar canciones de su juventud porque esas, por muy poca memoria que tengan, seguro que no las tiene olvidadas y será un ejercicio fantástico para ejercitar la memoria a la vez que recordarán esos momentos felices con canciones de su juventud, quizás de cuando se enamoraron y rememorar momentos inolvidables.
Que la civilización y la globalización no nos arrebaten nuestras cosas bellas, nuestras manifestaciones propias que son el sello de nuestra idiosincrasia.
Estas imágenes que hoy acompañan mi artículo son las que mi padre me enseñaba y las quiero compartir con vosotros. Él, con sus leves conocimientos musicales, reproducía silbando el canto de ese ruiseñor. Son las genuinas que he escaneado de ese libro que todavía conservo como un hermoso tesoro.





María Dolores Velasco

...ESO ES POESÍA




...ESO ES POESÍA


Si al despertar sientes la caricia tibia del sol…
Eso es poesía.

Si notas una serena sonrisa en tu rostro…
Eso es poesía.

Si observas a un niño como el ser más dulce creado…
Eso es poesía.

Si amas intensamente sin pedir a cambio…
Eso es poesía.

Porque poesía es la manifestación del alma del poeta,
La esencia misma de su alma bella.

María Dolores Velasco





miércoles, 28 de septiembre de 2011

MIS OBSESIONES II

Hubo un personaje que marcó mi infancia. En realidad ha habido muchos personajes que me impactaron durante mi infancia y quizás hable de ellos en otro momento, ahora me centro en uno que es el detonante de esta obsesión.
Mi personaje es una mujer que fue un icono de los años 50…Se llamaba, mejor dicho, se llama, porque vive todavía, Juliette Greco: actriz y cantante .

En aquellos tiempos era una mujer misteriosa, de voz cálida, vestía siempre de negro…y tenía un bonito pelo negro liso…muy liso, envidiablemente liso.
Me gustaba verla en las revistas –entonces no había TV- y me quedaba mirándola con arrobo, todas sus facciones, su pelo…negro, largo y liso… y me decía a mí misma que cuando fuera una chica me vestiría y peinaría como ella, me parecía increíblemente atractiva.

Y ahí empezó el conflicto…
Resulta que la madre naturaleza me había dotado de unas características que ni parecidas a mi ídolo infantil:


-Rubita, pero rubita-rubita, nada de medias tintas.


-Pelo híper-rizado, algo así como Lola Flores en sus buenos tiempos… pero en rubia.


¡¡Qué horror!! Cómo poder parecerme a mi querida Juliette Greco? Era materialmente imposible, inalcanzable…desoladoramente inalcanzable…
Pensé que al menos podría vestirme de negro pero mi madre no lo hubiera consentido, ninguna jovencita se vestía de negro en esos tiempos…hubiera parecido que estaba de luto y todos me consolarían creyendo que mi papá o mi mamá había fallecido… así que mi desolación era total.

Si al menos tuviera el pelo liso pues ya en algo me parecería a Juliette . En esto una amiga mía me dijo que eso era fácil que ella se planchaba el pelo. Lo que no me especificó es que se lo planchaba con la plancha de la ropa, nada de tenacillas modernas…plancha de la ropa normalita y sin vapor, que todavía no se había inventado.

Me maltraté el pelo pero llegue a sentir el morbo de tener el ¡¡pelo liso!!... ¡¡bien!! Algo había conseguido!!
En realidad no había conseguido nada, ni nunca lo conseguí. En los años 70 vino la moda hippie y se puso de moda los pelos muy rizados, rubios, y mira por donde a mí no me gustaba porque era precisamente lo que yo tenía y no me gustaba, no me parecía que había hecho nada en especial.

¿Veis a donde va a parar lo absurdo de las obsesiones?: Cuando te gusta una cosa no la puedes conseguir y cuando la puedes conseguir no te gusta...
Si es que no tenemos arreglo!!!

Han pasado tropecientos años desde entonces…y os puedo asegurar que todavía me gusta el pelo de Juliette Greco, y sus trajes negros, y su voz cálida y su cara angulosa…Pero... eso sí, me visto de negro cuando me da la gana.
Mirad y admirarla...










domingo, 25 de septiembre de 2011

"MIS OBSESIONES I"


"MIS OBSESIONES I"


Bueno, veréis…desde que tengo esta maldita tendencia a engordar y que durante mucho tiempo me obliga a darle toda mi atención al problema para evitar desbordarme de mi talla, me he ido fijando en mis “congéneras” – si…si…ya se…hablo con el corrector ortográfico que se ha puesto en rojo porque me dice que es incorrecto, lo que pasa es que no quiero que me tachen de poco “femenina”, mejor no provocar- y he observado cosas que normalmente nadie se fija o si se fijan es para decir a tontas y a locas esta tía está gorda o está flaca, o ni lo uno ni lo otro…es decir esas mujeres que no son el blanco de miradas porque están en una media llamémosle normal.
Hasta aquí todo en orden…y creo que todos estaréis de acuerdo, pero…hay mucho que analizar en esta premisa que he planteado.
Vamos a ver…¿Qué es ser gorda y que es ser flaca?...Esta es la cuestión…y nada fácil por cierto.
Analicemos:
¿Reconocer a una gorda-gorda es muy sencillo…Es una mujer que evidentemente le sobran unos 30 kilos o más y sus jóvenes, menos jóvenes o ancianas carnes se le desbordan por todas partes…Es decir ESTÁ GORDA, y punto. Aquí no hay más que hablar.
Pero no todas las gordas son GORDAS ni todas las flacas son FLACAS, me explico:
No sé si os habéis fijado que hay personas que están en un buen peso –gordas- pero no se le desbordan las carnes por ningún lado. Es posible que usen una talla especial pero no tienen ningún “michelín,” ni barriga, ni rollos por ninguna parte y hasta se les pudiera decir que tienen buena figura.
¿Es justo llamarlas GORDAS? Pues no…no lo es.
Pero si os fijáis bien en las que claramente son flacas…bien vistas muchas de ellas no lo son, tienen una talla muy pequeña…pero no lo son. ¿Por qué no lo son? ¡Ah!! Ahí está el detalle…lucen maravillosos michelinitos alrededor de su cinturita, su tripita destaca como si se hubieran tragado un meloncito y el sujetador se hinca en su espaldita. Eso sí, posiblemente usen una talla 40 o hasta menor, que yo las he visto, pero…¿se puede decir que son FLACAS?...No, no lo son.
Bien con estas caprichos de la naturaleza se me cruzan los cables y pienso que no se si quiero ser una gorda sin michelines o una flaca con ellos, me resulta agotador definirlas y rectificar cuando alguien me dice que tal o cual persona es gorda o flaca, así que para ello me he inventado una clasificación que no sé si es muy ortodoxa pero creo que define bien todas estas chorradas que os estoy escribiendo:



-Gorda con todos sus atributos de gorda:

GORDA



-Gorda de talla grande pero sin michelines ni barriga:

DELGADA EXPANDIDA



-Flaca sin nada de grasitas por ninguna parte de su flaco cuerpo:

DELGADA



-Flaca con michelinitos y barriguita:

GORDA REDUCIDA

Así creo que es más justo la denominación y se me quita un peso de encima cuando califico a una persona de talla grande pero de cuerpo bien formado de GORDA…es injusto por favor…
Y cuando veo a una chica muy chulita presumiendo de talla me digo…¿pero te has dado cuenta que no eres flaca?…¡¡solo eres una gorda reducida!!!...tía…


No es envidia…por dios que no es envidia pero…vamos!!, que ya está bien de que a una la miren con lástima…hombre!!!
¿o no?...
¿Cómo?..¿que qué soy yo?...pues gorda…si excesos pero con todos los atributos de GORDA…aspirando a ser una gorda reducida.


María Dolores Velasco


"CARTA A UN AMIGO"



Mi querido desconocido y sin embargo amigo:


Ayer te vi en TV y te aseguro que me impresionaste. Tu humanidad en estos tiempos que corremos no es muy habitual y menos en los medios televisivos.
Te vi en una acción altamente noble que, reitero, me impresionó.
Estabas tú al borde de un riachuelo cuando observaste que una pequeña avecilla, quizás fuera un polluelo casi recién nacido que se cayera de su nido, llamó tu atención al ver como esa pobre criatura, se debatía en el rio entre la vida y la muerte. La observaste unos segundos, quizás para reconocer qué era esa pequeñita cosa que se movía en el agua, tomaste en tus enormes manos una hoja grande y con ella trataste de que esa criaturita menuda se aferrara a la balsa que habías improvisado para su salvación. Ya a salvo la posaste en suelo firme y durante unos minutos te dedicaste a secarla muy tiernamente y cuidadosamente porque era muy pequeña y delicada, posiblemente cada uno de tus dedos era mayor que esa criaturita. Qué ternura, se adivinaba en tu rostro…amigo, tu acción me conmovió…
Esta maravillosa acción merecedora de todo el reconocimiento del mundo, tu ternura y madurez para realizar una labor semejante, hoy día, en que la crueldad para con las personas y ni qué decir con los animales ya ni nos impresiona porque los humanos somos así, cuando hay acciones repetitivas se nos hace costumbre y ya no nos conmueve nada por muy abyectas que sean nuestras acciones, ha sido un revulsivo en mi conciencia y motivo de asombro cuando, en realidad, si lo miras de cerca y sin prejuicios, es la acción más natural que un ser vivo puede realizar.
No creo que llegues a leer esta carta que con tanto amor y respeto te mando porque supongo que todavía no sabes leer porque nadie te ha enseñado ya que eres tan solo un gorila. Sí, amigo mío, tú eres un gorila de una especie no humana…¡¡que ironías tiene la vida!! Yo relato tu acción “humanitaria” y resulta que no eres humano… Esto me hace pensar…A lo mejor estas acciones no son humanitarias sino simplemente son acciones naturales de los seres vivos que se respetan, se cuidan, en una palabras se aman…porque el amor a la naturaleza lo llevan en sus genes.
Y entonces… ¿por qué la especie humana no “recuerda” estos genes? ¿Qué involución hemos sufrido los seres humanos para que ya no nos queden estos rasgos?
Mi amigo en el alma, tu bondad y respeto a un ser vivo por muy insignificante que sea me hace reflexionar muy profundamente sobre nuestro comportamiento humano…por llamarle de alguna forma, porque creo que ese calificativo de “humanidad” debe quitarse del diccionario como sinónimo de:
Sensibilidad
Compasión
Misericordia
Piedad
Bondad
Caridad
Filantropía
Amor al prójimo
Benignidad
Afabilidad
Mansedumbre
Benevolencia
Si cada uno de los “humanos” que pueden leer esta carta hicieran una pequeña reflexión sobre cada una de las acepciones que aparece en el diccionario seguramente que, o bien, decidiría que no son sinónimos de HUMANIDAD o, en el mejor de los casos decidirían cambiar para que estas palabras maravillosas se convirtieran en realidades…
Gorila, amigo mío, siempre te recordaré y, aunque nunca te podré conocer personalmente sabes que entre los que nos llamamos “humanos” tienes una gran amiga que te respeta y te ama.



Un fuerte abrazo
María Dolores Velasco



PD: puedes llamarme solo Dolores

"LA GATA DE MI VECINA"




LA GATA DE MI VECINA

Un buen día se cruzó un gato en mi vida.


Vivía yo en Sevilla en esos momentos, debía ser primavera y el ambiente ya olía a azahar. Me levanté por la mañana y al abrir las persianas me encontré con unos ojos verdes intensos rodeados de una piel brillante negra como la noche que me miraban atentamente…Era una gatita casi bebé, pero su mirada me impresionó, un tanto desafiante, como preguntándose quién era yo que osaba mirarla.
Yo vivía en un sexto piso y ella estaba al borde del pretil de la ventana de apenas unos centímetros que me producía vértigo verla allí, tan segura de sí misma…pensé que como era una cachorrita no se daba cuenta del peligro en que estaba y no le dije nada por no asustarla. Cerré las cortinas y ahí quedó todo…
Luna –que bello nombre- iba creciendo por días, eso lo podía constatar porque por los pretiles de las ventanas de su casa y de la mía llegaba a mi terraza y ahí se pasaba el día, había encontrado su casita, tranquila, sin niños, sin ruidos, era el lugar perfecto para descansar y hacer sus necesidades corporales completas: pipí, caquitas y hasta vomitaba…porque según decía su dueña “los gatos vomitan mucho” pero ni se inmutaba de que lo hiciera en mi terraza…
Yo ya había admitido resignada que la gata viviera de hecho en mi terraza pero no que pasara a la casa, así que tenía mucho cuidado para que no entrara, aún así una vez que tenía la ventana abierta para ventilar la casa, al entrar en mi dormitorio y abrir el armario salió de allí una especie de rayo negro que se fue por la ventana. Tímidamente de vez en cuando le comentaba a su dueña mi convivencia con su gata y me respondía que le encantaba meterse en los armarios… ¡Qué bien!...pensé yo con cara de acidez de estómago.
…¿Os fijáis que paciencia tengo yo?...¿Verdad?...pues sí la tengo, yo misma a veces me digo que estos empiezan a ser claros signos de envejecimiento porque ya esta cosas me resbalan, ¡¡con lo que yo era!!...si es que no somos nadie…
Sigo con la historia de mi gata…
Luna, como era natural, quería más, ya se le notaba que no era suficiente estar en la terraza, me quería poseer más…Ya no era un bebé, ya era toda una señorita preciosa, negra como el azabache con esas esmeraldas que me miraban penetrantes como queriendo traspasar mi mente y enterarse de lo que yo estaba pensando sobre ella. Era la misma dominación en persona, sutil, paciente, observadora y siempre desafiante…
Ella estaba en la terraza y yo la miraba desde la puerta de cristal, me estuvo observando a ver qué movimientos hacía yo, quieta, expectante, a ver que se me ocurría hacer. Como yo no hacía nada tomó la iniciativa de mover pieza, como en un juego de ajedrez y dio unos pasos hacia la puerta de cristal, quizás pensando que yo era un poco tonta y no la había visto. Al no tener respuesta ya me indicó claramente que quería entrar dando golpecitos con su patita en la puerta. No hubo respuesta por mi parte… Creo que ya si estaba convencida que yo era absolutamente tonta de remate y subiéndose a la barandilla de la terraza para alcanzar el pomo de la puerta, me señaló, tocándolo con su manita, por dónde debía abrirla…solo le faltó hablar porque la cara que puso es de estar pensando:
“¡¡So lerda!!! La puerta se abre por aquí…¿Cómo es que no lo sabes todavía?, ¿es que nunca has salido a la terraza?
Me vino a la memoria mi primer encuentro con Luna en el pretil de mi ventana a unos seis pisos de altura y yo sin atreverme a decirle nada para que no se asustase y se pudiera caer al vacío…¡¡que ilusa!!...

Estos gatitos lindos…

María Dolores Velasco


PASEANDO POR SEVILLA: "Real Fábrica de Tabacos de Sevilla"






PASEANDO POR SEVILLA: “REAL FÁBRICA DE TABACOS”


Amaneció un día espléndido. Desde muy temprano la luz llenaba la sala de la casa dando un ambiente optimista que invita a salir y poder absorber toda la belleza que posee esta ciudad, toda la luminosidad dorada tan exclusiva de Sevilla.
Está finalizando el mes de mayo y, aunque por estas fechas el calor ya empieza a dar la cara, hoy ha concedido tregua como si nos invitara a pasear y admirar las muchas cosas bellas que hay en Sevilla. Acepto su invitación y me lanzo a caminar por sus grandes espacios.
No llevo mucho caminando cuando llego al Prado de San Sebastián, bellísimo, luciendo unos espléndidos contrastes de colores que forman los naranjos plenos de sus frutos y las jacarandas en flor, bellos árboles, de corte elegante, cuajados de florecitas de color malva, frágiles flores que se deshojan y desprenden de sus tallos alfombrando la arena dorada, el “albero”, tan característico de Sevilla. Malva y dorado…como los colores que lucen los toreros en sus sofisticados ternos; es una combinación de colores tan bella que no tienes por menos que detenerte un rato a contemplarlo, a tratar de que los ojos…y la cámara, capten esa imagen que durará poco, tan solo unos días, la flor de las jacarandas es efímera…
¿Por qué las cosas bellas son a menudo efímeras?... ¿Será porque la contínua contemplación de la belleza nos llevaría a la costumbre y de ahí a no verla, no valorarla y no poder disfrutarla?
Sigo adelante y al salir del Prado de San Sebastián lo primero que se ve es un gran edificio, enorme, magnífico, majestuoso, señorial: es la Universidad de Sevilla. Me quedo un rato en contemplación desde lejos para poder verlo en su totalidad y, mientras, pensar todo lo que ese edificio ha sido hasta nuestros días. Me voy acercando, la rodeo durante un buen rato, es grande pero eso me da la oportunidad de ir poco a poco viendo diferentes ángulos del gran edificio. Se construyó entre los años 1728 y 1776 por mandato del rey Fernando VI para albergar la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla. Fue el edificio industrial más grande de Europa. En él trabajaban 10.000 personas y su construcción se encargó a unos arquitectos militares que le dieron ese aire de fortaleza.
Fue no hace muchos años (1950) cuando dejó de ser fábrica de tabacos y pasó a ser la sede de la Universidad de Sevilla. Actualmente sigue siéndolo aunque solo está el Rectorado, Derecho y alguna disciplina más.
Llama mi atención el foso que lo rodea como si se tratara de una fortaleza inexpugnable. ¡Bien guardados estaban los tabacos!.
El tabaco se introdujo en Europa por Sevilla y fue la primera fábrica que se construyó en Europa, de ahí quizás tanto despliegue de seguridad. Hoy día el enorme foso que rodea todo el edificio está vacío de agua, pero lo han ajardinado de forma que parece que los arbustos y pequeños árboles hayan crecido naturalmente, como si de maleza se tratara, obteniendo un buen resultado ya que, sin perder su severidad, tiene un toque melancólico y poético que resulta muy agradable.
Rodear la antigua fábrica de tabacos de Sevilla lleva su tiempo, es el edificio de mayor planta después del Monasterio de El Escorial, es decir, enorme. Y así estuve más de una hora contemplando detalladamente sus cuatro fachadas cada una con sus magníficas portadas que dan paso al interior, sus ventanas, sus rejas de hechura austera propia de un edificio industrial y que le da un toque de contraste con las suntuosas portadas.
Me siento en unos bancos de piedra del jardincillo del exterior a fantasear sobre lo que tengo delante de mis ojos y parece que veo salir a las trabajadoras, las famosas cigarreras de Sevilla; pienso… ¿por qué mujeres y no hombres? ¿Será porque las manos de las mujeres son más delicadas para un trabajo tan minucioso como es la labor artesana de hacer cigarros, o será que al elaborarlo una mujer deja en ellos parte de sí misma como si de un afrodisíaco se tratara? No me hagáis mucho caso que a veces fantaseo demasiado.
Salen con sus caras cansadas fumando uno de esos cigarros que ellas mismas elaboran. Son bulliciosas, desenfadadas, coquetas, pendencieras. Charlan, comentan, ríen, riñen… Están vivas.
Entre ellas destaca una bella mujer; tiene la hermosura de su raza gitana: belleza, empaque, tronío, carácter, fuerza. Ella es Carmen, la protagonista de la novela de Próspero Mérimée. Mujer que mueve grandes pasiones, no deja insensible a los que la rodean, es el referente de la mujer pasional, fuerte y débil a la vez, la que sabe amar y la que sabe ser la perdición de los hombres, personaje atrayente que desencadena uno de los dramas más tremendos de las historias de ficción. Bizet le pone música y crea la ópera “CARMEN”, bella música para una bella mujer rodeada de todos los tópicos españoles: la gitana, el torero, el militar, el bandolero…Pues aún así, CARMEN sale indemne de todos esos tópicos porque su fuerza, su música, y su propia historia hacen de ella una gran obra.
Por cierto, tengo datos de que esta historia la contó la Condesa de Teba, madre de Eugenia de Montijo (esposa de Napoleón III) a Próspero Mérimée y se quedó tan prendado de semejante leyenda …o ¿historia real?, que la dejó para la posteridad en su libro “CARMEN”.

MARIA DOLORES VELASCO

"...Y UN DÍA ELLA"










..."Y UN DÍA ELLA"


...Y un día ella, mi amiga del alma, escuchando a Mozart como era su costumbre mientras tejía... se quedó dormida para toda una eternidad.


Amiga mía... qué hermosa forma de enlazar este mundo con esa otra dimensión eterna.


Hoy he recordado con intensidad estos lugares mágicos que fueron testigo de aquellos tiempos felices.



María Dolores Velasco

CUENTO DE PRIMAVERA: "La ventana abierta"


CUENTO DE PRIMAVERA: "La ventana abierta”



Suena el despertador, ella abre los ojos y se dispone a afrontar las tareas de todos los días. Como era su costumbre corrió las cortinas, abrió la ventana y todavía con los ojos medio abiertos, respiró el aire fresco que le proporcionaba la mañana, de pronto sintió algo diferente, extraño, que le produjo una nueva sensación. Abrió bien los ojos y observó que el cielo era de un hermoso azul brillante con delicadas nubecitas flotantes, los árboles lucían en un verde intenso, hermoso; se fijó que unos pajarillos saltaban graciosos de rama en rama, piando alegremente, al manzano le habían salido unos brotecillos blancos, las adelfas apuntaban ya sus flores queriendo salir, y allá arriba en el cielo, el Sol lucía como si fuera una gran bola de fuego que la deslumbró obligándola a cerrar los ojos. Se quedó extasiada un buen rato observando lo que la naturaleza le mostraba, estaba incluso confusa por tanta belleza a su alrededor y no comprendía cómo no se había dado cuenta hasta hoy de todo lo que la naturaleza le ofrecía a diario.
Todos los días hacía los mismos movimientos, todos los días corría las cortinas y abría la ventana para ventilar el dormitorio, eran movimientos reflejos, movimientos debidos a la costumbre, sin más emoción ni interés y hoy, inexplicablemente, se dio cuenta que detrás de esos visillos y de esa ventana había un mundo que la saludaba agradablemente, pleno de color, de luz, un mundo que palpitaba lleno de vida.
La mujer se quedó unos minutos observando todo aquello tal cual si fueran cosas nuevas, lo nunca visto, fenómenos no comunes de la Naturaleza y al cabo de un rato esbozó una sonrisa en su rostro, se sintió más ligera, como si hubiera adelgazado unos cuantos kilos o quizás, como si hubiera rejuvenecido muchos años… y su mente la llevó a esos años juveniles donde todo era bello, todo luminoso, donde todo era motivo de reír y disfrutar, y en esos hermosos pensamientos se quedó un buen rato absorta.
Se dio cuenta que desde hacía años no sonreía, y si lo hacía era por cortesía pero sin entusiasmo, su energía estaba ensombrecida por muchas cosas que había ido perdiendo por el camino de la vida sumiéndola en una tristeza habitual que la transformaba en un ser apenas sin emociones, sin ganas ni interés por nada, actuaba solo por cubrir necesidades.
La enfermedad había anidado en su alma y la estaba minando día a día, lentamente, sutilmente. Si, hacía su vida “normal”, cuidaba de su familia, iba al trabajo, parecía que era feliz…pero sólo lo parecía.
El desamor es una enfermedad que nadie nota pero que mina el alma y destroza la vida de la persona que lo sufre. Poco a poco se iba acostumbrando a vivir así, porque el desamor es una enfermedad que transcurre casi sin síntomas, cada día se va instalando en el alma, hoy un pequeño detalle, mañana una reacción rara, diferente, se piensa que son susceptibilidades de una misma, y así poco a poco va minando el alma. No quería pensar en ello, se consolaba con autodefinirse como “una huérfana de afecto” y no pensar más. Al cabo de los años se fue dando cuenta que envejecía por dentro, que su vida era oscura, sin brillo y comenzó a inquietarse y pensar que había que tomar cartas en el asunto, que no podía seguir así, ella tenía que buscar los medios para volver a sentir la vida por sus venas…
Suena el despertador implacable que interrumpe ese sueño maravilloso donde había mucha luz y colores…y pájaros que piaban alegremente…Desde hacía años sus sueños eran en tonos grises y casi siempre de noche. Una sonrisa iluminó su rostro…


La primavera estaba brotando en su alma.


María Dolores Velasco





CUENTO DE INVIERNO: "humanos"


CUENTO DE INVIERNO: “Humanos”

Amaneció un día muy frío; el aire se colaba por la rendijas del habitáculo y al pasar por ellas producía un sonido peculiar como si se tratara de una musiquita silbada que a Kenac le llamó la atención, tanto que estuvo un ratito escuchando el sonido entre divertido y amenazador. Consciente de los peligros que eso conlleva se dirigió a su compañero inmediatamente y le instó para que se abrigara y se cuidara porque el día amenazaba ser muy duro. Le despidió con una sonrisa mientras acariciaba su rostro y él le correspondió con una caricia en su pelo.
Konzo era un muchacho fuerte que no le temía a nada, estaba acostumbrado a salir con un tiempo infernal. Desde que nació no había conocido otra forma de vivir, ni el viento helado, ni la lluvia ni la nieve le intimidaban, tenía que cuidar de su familia y era obligado salir a buscar el alimento cosa no muy fácil ya que el mal tiempo obstaculizaba la búsqueda. Se cubrió con las pieles que había cazado y, orgulloso de su valor y de su fuerza, salió a enfrentarse con todo lo que se pusiera por delante.
Deambuló por los campos en busca de alimento que llevar a su familia pero apenas encontró alguna pequeña pieza que, al igual que él, andaba buscando algo que poder llevarse a la boca. Eran tiempos difíciles, todos tenían hambre, la comida era escasa y se imponía la ley del más fuerte, “el pez grande se come al chico” así que Konzo dio un certero golpe sobre su pieza y pensó que había sido por hoy un ser afortunado.
Kenac, mientras tanto se ocupaba de cuidar a sus hijos y velar para que el fuego no se extinguiera. No era tarea fácil si el fuego se llegara a extinguir y por eso todos los miembros del clan tenían como trabajo principal el mantenimiento del preciado fuego. Era su subsistencia.
La noche empezaba a asomar, la luna se ocultó y la oscuridad se hizo fantasmal. Konzo apuró el paso para llegar lo antes posible a su refugio y ya sólo pensaba en acomodarse junto a los suyos ante el fuego y repartir entre todos lo poco que había podido cazar.
La luz que desprendía la fogata teñía toda la estancia de un color dorado. Las paredes de piedra tomaban formas diversas al movimiento de las llamas y se divertían adivinando en ellas perfiles de animales o de personas, como cuando se observan las nubes y se adivinan en ellas formas diversas. Algunos se atrevían a resaltar los rasgos de la misma piedra e incluso se atrevieron a colorear con semillas y frutos que machacaban y así obtener material de pintura. Otros trataban de pintar en las piedras más lisas escenas de esas reuniones alrededor del fuego.
Todas esas cosas les divertían y así, de esta manera tan sencilla nuestros antepasados primitivos iban sobreviviendo día a día, noche a noche, con una sola idea: la supervivencia.
La hoguera va perdiendo su fulgor, los ancianos se acurrucan unos con otros para no perder el calor de sus cuerpos, los más jóvenes se acomodan por la estancia y Konzo y Kenac reúnen a los más pequeños bajo las pieles que su padre valientemente ha obtenido. El sueño les invade y alguien todavía despierto va imitando como un susurro el crepitar del fuego.

María Dolores Velasco

CUENTO DE OTOÑO: "Casi humanos"





CUENTO DE OTOÑO: "CASI HUMANOS"

Hoy ha salido el sol, es de esos días tranquilos y apacibles con una buena temperatura, lejos ya del calor asfixiante del verano que tanto me molesta. Me siento feliz contemplando el verdor de estos campos que me invitan a corretear como en mis buenos tiempos juveniles. Todavía, a pesar de mis años, tengo agilidad para caminar y hasta me atrevo a corretear sin dañar mis huesos ya un poco caducos.

Qué placer es poder percibir el olor de la hierba, ese olor tan agradable y tan variado que se puede encontrar por estos campos. Me hace recordar cuando era pequeña y retozaba en el pueblo con mis hermanas, qué tiempos pasados, qué maravilloso era jugar libremente revolcándonos en la hierba fresca y verde viendo como las ovejitas nos miraban con ojos inexpresivos…jajajaja…era divertido verlas amontonadas pastoreadas por nuestra madre a la cual le tenían un gran respeto.

Uff!, que cansada estoy, me voy a recostar al pié de este árbol para descansar y poder seguir contemplando el campo que tanto me gusta. Desde aquí veo pasear tranquilamente a mi familia y contemplo como a ellos también les encanta pasar por estas alfombras verdes.

Mi familia es muy especial para mí, sin ellos no podría vivir, me quieren muchísimo, me miman y me cuidan todos los achaques que ya empiezo a tener, porque día a día y mes a mes el tiempo va pasando y hoy te sale una canita de nada y cuando te das cuenta tienes el pelo casi blanco que, unido a los problemas digestivos, de la vista y cosillas que van saliendo, poco a poco se da uno cuenta que el tiempo pasa muy rápido y no acabas de haber sido una joven bella cuando te das cuenta de que ya no eres ni joven ni bella…bueno, dice mi familia que soy la más bella entra las bellas…pero no me lo creo mucho, la vejez es la vejez y , aunque digan “la que tuvo retuvo…”, no es lo mismo.

Desde este lugar a la sombra del árbol observo a María y a José que pasean plácidamente. María es la que me cuida, tierna y amorosa, me dice palabras cariñosas, me besa en la frente con tierno amor y atiende todas mis necesidades…¡si hasta me canta canciones como las que le cantaba a sus niñas cuando eran pequeñas!… Ella es la que me pone música porque sabe que me gusta mucho, sobre todo las musiquitas "tranquis"…esas me encantan, me relajan. Para él, quizás, sea el ser más importante en estos momentos; me acompaña a pasear, me dice palabras tiernas y amorosas, me entretiene con juegos divertidos. Bien pensado creo que soy muy afortunada por tenerlos y convivir con ellos.

En las tardes de otoño cuando ya el día es más corto María y José charlan comentando las noticias del periódico o de la tele, o simplemente de sus cosas, de sus hijos…yo me adormezco oyéndoles y me encanta estar así, lo que se dice “en familia”.

No se si soy consciente de la suerte de tener una familia como la mía pero lo que sí se es que me siento muy bien con ellos.


- José, ¿te has fijado que sueño apacible tiene Linda? Fíjate que carita de felicidad, parece que estuviera soñando algo bello porque su rostro se ilumina y tal parece que sonriera… Debe estar soñando que corretea por el prado, mira como sus patas se mueven accionándolas como si corriera…

- ¡Linda!, ¡Linda! Mi bella…bella entra las bellas…¿Soñaba mi perrita? ¿Qué soñaba ella que su carita sonreía? ¿Te das cuenta, José, que a veces los perros son casi humanos, esa mirada de humanidad que tienen me conmueve…

- Ven!, mi niña-perrita, que ya nos vamos para casa.

Cada uno, en silencio, saborea el regusto de haber tenido una tarde agradable mientras caminan con paso tranquilo hacia el hogar.

Maria Dolores Velasco

"UN RAYITO DE LUZ"





UN RAYITO DE LUZ


Era el mes de abril en Madrid. Todavía se sentía algo de frío pero hacía un día soleado como si nos quisiera anunciar que la primavera estaba ya en el calendario.
Me gusta el transporte público sobre todo cuando hay que ir de un sitio a otro dentro de esta gran ciudad, es más rápido y sobre todo es más higiénico para la salud mental, el estrés, subidas de la tensión arterial y todas esas cosas que nos pueden ocurrir al ir en coche por el centro de estas grandes ciudades.
El autobús estaba lleno; eran más o menos las siete de la tarde y todavía de día y con sol. Iba yo muy entretenida mirando el itinerario por donde nos llevaba el autobús pasando por todo en centro de Madrid: la plaza de la Cibeles, el edificio de Correos, regio, recibiendo el sol del atardecer de frente que le daba un color dorado precioso, el Banco de España, la Gran Vía llena de gente … toda una visita turística.
En algún momento pasé de disfrutar del paisaje a fijarme en la gente que viajaba en el autobús. Es interesante observar a la gente; sus gestos, las formas de vestir, tan diversas etnias…Se puede casi adivinar los pensamientos de la gente por la expresión de sus rostros. A veces se ve gente muy joven con un rictus de dolor o preocupación que les hace aparentar mucha más edad y me conmueve que la gente joven pueda pasar por malos momentos de trabajo, de salud o problemas familiares que se van como marcando a fuego en sus rostros; arrugas de expresión que son las marcas del alma.
Estaba yo en estas cuando mis ojos toparon con los ojos de un ser muy especial. Era una jovencita, no más de 16 o 17 años, con una carita bella, una expresión serena que esbozaba una sonrisa o quizás era tan bello su rostro de apenas una niña que todavía no había tenido la oportunidad de tener grandes preocupaciones que hicieran mella en su lindo rostro. De vez en cuando la miraba disimuladamente y observé que ella también lo hacía. No le di la menor importancia, estaba llegando a la parada donde tenía que apearme, así que me dispuse a ello abandoné mi asiento y salí del bus.
Yo regresaba a mi casa y el camino pasa por una pequeño parque donde a esas horas hay todavía muchos niños jugando. Cuando me di cuenta esa joven estaba a mi lado y se dirigió a mí para preguntarme si me molestaba que camináramos juntas. Por supuesto que no, le dije, y seguimos cruzando el parque una al lado de la otra.
Le pregunté si vivía cerca y solamente me respondió que no. Ella iba a mi lado como perrillo faldero, me miraba y sonreía, sólo eso…no recuerdo que hablara nada ni diera señas de identidad…nada, sólo me acompañaba con una sonrisa en su carita bella y, aunque extraño comportamiento el de esta joven, su compañía era grata, no hablaba, sólo estaba, era su presencia la que resultaba agradable.
Al llegar a la altura de una clínica que hay alrededor del parque se despidió diciendo que tenía que trabajar allí. Ella era inmigrante y no me extrañó porque muchas chicas inmigrantes acompañan a enfermos por las noches aunque me pareció demasiado joven para ese trabajo.
Me quedé pensativa del extraño o poco habitual comportamiento de la joven, nadie tiene un comportamiento semejante, nunca me había pasado una cosa así. Comenté el suceso con un amigo que es también una persona muy especial y sin pensarlo me dijo que había topado con un ángel.
-Los ángeles –me explicó- son seres que dejan su luz y su bondad por donde pasan y tú seguro que necesitabas un ángel que te dejara luminosidad como si de cargar pilas se tratara.
-Qué fantasía tiene mi amigo! Pensé yo…
Ha pasado bastante tiempo de este suceso y, ahora, al pasar de unos cuantos años, me doy cuenta que tenía razón mi amigo. Al poco tiempo mi vida se ensombreció quizás por eso necesitaba un ángel que me llenara de su luz tan sólo con su presencia.
Cada vez que pasaba por el parque tenía la esperanza de volver a verla pero nunca más apareció. Su carita sonriente y su menuda belleza quedaron grabadas en mí y nunca olvidaré esa imagen.
Realmente había conocido a UN ÁNGEL.

María Dolores Velasco